Su vida
Aaron Spelling nació un 22 de Abril del año 1923. Las malas lenguas dicen que su facilidad para crear ficción le vino de una infancia triste y de su deseo por escapar de la realidad. Cruda, como el hecho de nacer en un barrio pobre de Dallas (Texas) con un físico frágil, diminuto y esas facciones de lepidóptero sorprendido. «En una casa que valía 6.000 dólares», según sus propias palabras.
Así no sorprende que Dinastía (1981-1989), uno de sus culebrones más populares, fuera una exploración de una saga de millonarios sin escrúpulos -los Carrington-, rociados de petrodólares. Un retrato de la cara más fea de la opulencia y el lujo. Adicciones que el mismo Spelling padeció. Sobre todo en esa década cuando sus bienes sumaban más de 230 millones de dólares. Muy lejos de los paupérrimos cuatro duros y el pan seco que según él alimentaban a su familia de inmigrantes judíos del Este.
Su padre era un sastre de Polonia cuyo apellido original era Spurling. Su madre, Pearl, era originaria de Rusia.
Sus ansias de aparentar le hicieron construirse la que fue la residencia privada más grande de California. Un palacete ostentoso, bautizado como Candy Castle en honor a su tercera y última esposa -de nombre Carol Jean-, y cargado de frivolidades. Un solo piso lleno de armarios, una sala de proyecciones, pista de tenis, piscina, una minibolera y un gimnasio. En total, 123 habitaciones de abuso arquitectónico, con estancias tan variopintas como el salón para envolver regalos o la habitación para las compras en eBay, una afición (desmesurada, dicen) de su recién estrenada viuda.
Pero el dinero no hace al hombre. Son sus gestas. Y Spelling, castigado con un chasis escuálido, no dudó en alistarse para demostrar que estaba hecho de madera buena. El uniforme le legitimó, pero poco más. Incluso la medalla que recibió fue por caer herido ante el fuego de un francotirador. Quizás por esa razón, decidiera crear años más tarde, una de las series más violentas de su época: Starsky & Hutch (1975-1979). Dos detectives de personalidades opuestas. El rudo, con experiencia en la calle, y el sofisticado, amante de la gastronomía y los placeres culinarios. Unidos, forjaban el hombre perfecto. Y Spelling no lo era.
Sin ser un Adonis, se casó en tres ocasiones. Entre ellas con una actriz y una modelo ocasional. Le gustaban las curvas. Tanto que su pasión por el cuerpo femenino quedó patente con la creación de la serie Los Angeles de Charlie (1976-1981), un estudio antropológico de la anatomía femenina camuflado como serie de detectives.
Esa consabida afición desembocó en un pleito casi póstumo y que tiene tintes ridículos, muy en la línea de algunos de los conflictos de sus series. La enfermera Charlene Richards -que entró a su servicio en el año 2004- le denunció por acoso sexual a los 82 años. «Está débil. Hasta mi nieta de cuatro meses podría tumbarle con sólo tocarlo», dijo hace unos meses su abogado Bert Fields.Fue un intento de poner en perspectiva la plausibilidad de un posible ataque lujurioso por parte de Spelling.
Puede que fuera una acusación sin fundamentos, pero lo cierto es que el veterano productor de televisión -ha muerto con 83 años- se ganó la etiqueta de misógino a pulso.
Corría el año 1997 cuando la actriz Hunter Tylo le ganó un contencioso legal por discriminación. Fue por embarazo. Al conocerse su estado, la fulminaron de la serie Melrose Place. Un acto que el juez le compensó con casi 5 millones de dólares.
Lo irónico de todo esto es que el propio Spelling creció bajo la misma sombra de la discriminación y el abuso por el hecho de ser judío. Según la recolección de esos días, su Texas natal era un lugar inhóspito para los de su herencia. Tanto que traumatizado por los insultos y malos tratos -tenía 8 años de edad- quedó postrado en cama durante un año. Un efecto psicosomático que afectó a sus piernas, inutilizándolas a causa de su sufrimiento.
Pero no hay mal que por bien no venga. Dicen que esos doce meses le sirvieron para descubrir la lectura, en especial a Mark Twain, y fomentar su deseo de dedicarse al mundo de la ficción. Sin embargo, le quedaron secuelas.
Una de ellas fue ser consciente de la vulnerabilidad de los jóvenes.Desde entonces uno de sus grupos de interés. De hecho, una de sus primeras series The Mod Squad (1968-1973), unía a un grupo de adolescentes alternativos -uno blanco, uno negro y la hija de una prostituta-, que eran reclutados por la policía para luchar contra criminales cuyas víctimas eran gente joven.
Ya en la década de los 90 lanzó Sensación de Vivir, su serie más longeva -10 años y un total de 296 episodios-, y la que le permitió recuperar su diálogo particular con la juventud, perdido tras varios años centrado en las más bajas maquinaciones emocionales de los adultos. Un diálogo necesario, en parte, por su hija Tori -la mayor de los dos retoños habidos de Candy-, que debutaba como protagonista y que entraba en esa edad difícil.
Al final, Spelling murió forrado y sin poderse despedir de su hija, con quien se había reconciliado una semana antes de fallecer, al parecer por un reality show, So noTORIous, en el que se mofaba de sus progenitores. Una ironía cruel para alguien que vivió colgado de la irrealidad.
Texto escrito por FERRÁN VILADEVALL extraido de el suplemento "Crónica" del periódico "El Mundo".
Su obra
2006 será recordado como el año en que falleció una de las personas que más ha hecho por la cultura popular mundial.¿Quién no ha visto al menos un episodio de alguna de las decenas de series de TV que Aaron Spelling produjo desde 1966 hasta el mismo momento de su muerte?
Les vamos a acercar a la figura del productor de TV más rico del mundo, y el más prolífico en su campo.(Entre 1966 y 1981 produjo 1435 episodios de series de tv!!)
A mediados de la década de los cincuenta Spelling ya había probado todos los oficios, pero lo que él quería era escribir guiones.
Después de ganar un premio por escribir una pieza teatral, se animó a dirigir una obra de Garson Kanin llamada Live Wire.Un día, según contaba él mismo, el autor de la obra acudió a ver los ensayos y descubrió horrorizado que Spelling había eliminado a la mitad de lospersonajes. No había suficiente presupuesto para contratar a los actores que necesitaba el guión original.La solución fue expeditiva pero la obra funcionó muy bien.
Acababa de nacer ese infalible olfato que le convertiría en el dios del "fast food entertainment".
Simplemente se limitaba a dar el público lo que le pedía: "Si se lleva la minifalda no te vas a poner a vender algo por debajo de la rodilla..."
Su primera esposa, la actriz Carolyn Jones, le introdujo en el mundo de la televisión, donde comenzó trabajando como actor.
El éxito brutal le llegó en 1968 con "The Mod Squad" (existe una versión noventera en cine llamada "El escuadrón oculto", con Claire Daines). Así consiguió firmar un contrato sin precedentes con la cadena ABC. Se hacía realidad el sueño de este judío hijo de emigrantes.
En los setenta la obra de Spelling inundó las pantallas de todo el planeta: "S.W.A.T.", "Starsky y Hutch","Vacaciones en el mar" "Los Ángeles de Charlie"... Se consolidaba el sello de Spelling.
El éxito se palpaba por todas partes. Ken Oxford, jefe de policía de Liverpool, comentaba que, tras la aparición en Gran Bretaña de "Starsky y Hutch" los polis imitaban el estilo de los protagonistas de la serie, con sus gafas de sol y sus persecuciones a toda velocidad.
Los ochenta fueroon los años de "Dinastía", ya que en esa década se pusieron de moda los culebrones de lujo. "Los Colby", "Hotel"... Todas estas series fueron emblemáticas en las sobremesas de Televisión Española.
¿Y "Mujeres de Hollywood"?Basada en la novela de Jackie Collins, esta miniserie también cosechó grandes audiencias.Pero no todo ha sido un camino de rosas. En 1989 el mundillo del show-business cantaron antes de tiempo el fin de la meteórica carrera de Aron.:Por primera vez en 21 años, las cadenas de America no tenían ningún programa de Aaaron en antena.
Insólito, pues solamente seis años antes un tercio de las series del prime time de ABC eran suyas."Realmente no sé lo que quieren las cadenas". Spelling estaba desconcertado, pero su confusión le duró poco.La Fox le encargó un nuevo serial para quinceañeros, y nació "Beverly Hills 90210". La serie le colocó de nuevo en la brecha.
Y casi un año después llegaría "Melrose Place", quizás la obra cumbre de Spelling que daba una vuelta de tuerca a los planteamientos del culebrón tradicional y difuminaba la línea que separa a los buenos de los malos, todo bajo una gruesa capa de humor muy muy negro."Models, Inc." fue la "spin off" de Spelling que fracasó estrepitosamente, aunque merecía una segunda oportunidad... En los noventa también creó series como "Sunset Beach", " "Robin´s Hoods" "Heaven help us" y "7th heaven".El último fracaso importante de Aaron llegó en el año 2000 con "Titans", un ambicioso proyecto que , protagonizado por Victoria Principal, Casper Van Dien y Yasmine Bleeth intentó recuperar el espíritu de "Dinastía"
Ya metidos en el siglo XXI Aaron volvió a dar en la diana con "Charmed" serie que irónicamente ha finalizado un mes antes de su fallecimiento.
A Spelling poseía la mansión más ostentosa de Hollywood. No sabemos si la heredará su hija Tori, una fea y fascinante mujer que ha participado en cuantas series de Aaron ha podido.
Las críticas le afectaban bastante. Solamente consiguió dos premios "Emmy", y respecto a esto Aaron pensaba:"Los críticos son la llaga de mi vida. Me pisotean.Cualquier cosa que haga soy el de "Los Angeles de Charlie" y "Dinastía. No veo nada malo en hacer televisión popular. Spielberg hace cine popular y nadie dice nada, pero cuando tú lo haces en tv, por alguna razón te condenan..." En sus producciones Spelling lo controlaba todo., desde la selección del reparto hasta el guión.Respecto al reparto, según Aaron es "cuestión de instinto". Decía que no existen los productores a secas. Hay productores-guionistas. Odiaba la estructura del guión, pero le encantaba escribir los diálogos. "Si la historia es buena, no hay peligro de que el guión no funcione". Su aportación a la televisión ha sido enorme. Él ha llevado ilusión y fantasía a la gente.Aaron nació pobre y su válvula de escape era el cine. Por eso sabe lo que el público necesita!
Y se nos olvidaba hablar del "look spelling" Las series de este productor son fáciles de reconocer debido al férreo control que se hace sobre vestuarios, iluminación, decorados, ambientación musical, los colores, las cabeceras de las series...Aaron descansa en paz. No sabemos si Randy y Tori, sus hijos, heredarán el vasto imperio que este señor ha tardado 40 años en levantar... ¿Acabarán hundiéndolo?
Gran artículo escrito por Misternny y extraido de "La Mesa Camilla".
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